tiene todo arreglado con Girona, en descenso en España

El tiempo les está dando la razón a los más cautos. Claudio Diablito Echeverri, ese chiquilín lleno de talento que hace dos años la rompió toda con la Selección Argentina en el Mundial Sub 17, donde llegó a marcarle tres goles a Brasil en cuertos de final, en ese fin de año apuró su venta desde River al Manchester City y todavía no pudo afirmarse en Europa.

Pep Guardiola, viejo zorro, lo destacaba en cada entrevista pero también avisaba que el pibe chaqueño necesitaba adaptación. Si todavía no se había afirmado como titular en aquel River que dirigía Demichelis, era lógico que le iba a costar hacerlo en ese City que había sido campeón de Champions y de todo. Los ingleses desembolsaron casi 30 millones de dólares por sus servicios, y la retribución en cancha fue inversamente proporcional, con apenas tres partidos: uno fueron 5 minutos en la Premier League; otro, un cuarto de hora en la FA Cup; y el tercero fue el último, en el Mundial de Clubes, cuando fue titular y marcó su único gol, frente al Al Ain.

Echeverri pagó caro también que le tocó surfear la peor temporada de Guardiola al frente del Manchester celeste, por eso no sorprendió que el City Group decidiera cederlo a préstamo al Bayer Leverkusen, pero la Bundesliga tampoco fue el destino soñado para el niño al que muchos se apuraron en comparar con Lionel Messi. Sumó apenas 11 partidos, con apenas 270 minutos y sin goles. Por eso, en las últimas semanas, desde su entorno y él mismo plantearon la posiblidad de hacer un paso atrás para subir dos hacia adelante: el plan era regresar a River.

Pero en Europa se mueven con otras reglas, no las del corazón. Y la empresa que dirige a uno de los clubes más poderosos del planeta fútbol decidió que Echeverri siga su carrera en una de sus sucrusales, el Girona de España, perteneciente al mismo grupo económico. Desde España aseguran que ya está todo arreglado para que el Diablito saque del infierno a un equipo que llegó a jugar la Champions el año pasado pero que hoy marcha en el puesto 18 de 20, ubicado en zona de descenso. Ganó dos de los 17 partidos que disputó en el torneo.

El destino de dos necesitados se unirá a partir de enero, con el Diablito iniciando su tercer año en Europa y esperando por fin dar el salto que lo meta en la consideración de la Selección Argentina, ya no pensando en el Mundial 2026 sino en el de 2030. Le sobra tiempo y especialmente condiciones. Vivirá en Gerona, una ciudad de Cataluña ubicada a una hora de la tierra donde Messi comenzó a escribir su leyenda. La paciencia, por fin, tendrá que marcar el ritmo de su carrera.